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Mi historia — cómo empezó Karu
Durante 14 años viví entre laboratorios, papers y aulas universitarias. Estudié Genética en Misiones —mi lugar de origen— y me especialicé en microbiología agrícola. La ciencia fue mi casa. Pero después de finalizar mi doctorado en Suiza sentí algo claro: quería volver a Argentina y hacer que todo ese conocimiento se transformara en algo vivo, tangible, compartible.
Ahí aparecieron dos mundos que me cambiaron para siempre: la kombucha y los biomateriales.
Comencé experimentando con la celulosa del SCOBY para crear materiales sustentables. Ese proyecto me llevó al escenario del TEDxRíodelaPlata en 2018, frente a 4000 personas en el Teatro Colón. Ese fue el primer latido de lo que después se llamaría Karu.
🎥 (Podés verlo acá: https://youtu.be/dJOsGGi87QU)
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El primero no fue una fábrica, fue un laboratorio
Karu nació como un pequeño laboratorio de fermentación y biomateriales. La kombucha, tan simple y ancestral, unía dos dimensiones que siempre amé:
la ciencia invisible de los microorganismos y la belleza de lo hecho a mano.
Fue en ese cruce donde encontré mi misión: fermentar tiempo, calma y bienestar.
🎥 Parte de ese proceso puede verse acá: https://youtu.be/ZZMyiHrvjD4
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Pandemia, un frasco de kombucha y una señal
Cuando llegó la pandemia solo teníamos acceso al laboratorio de la universidad. En medio del caos y el silencio, había algo sobre la mesada: un frasco de kombucha. Literal.
Con una colega postdoctorado decidimos investigar con lo que había, sin presupuesto ni equipamiento sofisticado. Solo ciencia, intuición y un SCOBY.
De ese único frasco nació un paper científico publicado en una revista internacional.
Fue ahí cuando entendí: la kombucha no era solo una bebida ni un experimento. Era un puente entre la ciencia y la vida real.
📄 Artículo: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S2352492823006669
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Del laboratorio a la fábrica
Mi colega se fue del país. Yo elegí quedarme. Y con un poco de coraje, decidí pasar del laboratorio a la producción real.
En esos mismos años, en Argentina ocurrió algo histórico:
la kombucha ingresó oficialmente al Código Alimentario Argentino.
Y mi misión se volvió clara:
Ayudar a que más personas conozcan esta bebida viva —para que puedan elegir algo real, saludable, sin depender solo de bebidas industrializadas.
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¿Por qué Karu?
Porque como Licenciada en Genética sé lo que generan los ultraprocesados en el cuerpo.
Porque estoy convencida de que la salud no tiene que ser sacrificio, puede ser disfrute.
Porque la kombucha es ciencia, es naturaleza y es tiempo.
Karu nació para ofrecer otra opción en la góndola:
una bebida viva, honesta, hecha en Argentina.
Una alternativa real a las gaseosas.
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Hoy
Karu se elabora en Munro, Buenos Aires.
Nuestra casa comercial está en Caballito.
No pasteurizamos —porque creemos en lo vivo.
Fermentamos con paciencia.
Y seguimos aprendiendo todos los días.
🌱 Karu es eso:
Ciencia convertida en ritual. El arte de fermentar bienestar.
Bienvenidos.
Dra. Verónica Bergottini
